Una de las necesidades básicas que se ve afectada en épocas de estrés o ansiedad, es el sueño. No cuidar nuestro ciclo de sueño puede llevar a trastornos que afectan a nuestro día a día. Pero en nuestras manos está el prevenir la gravedad.
Te levantas cansado, o te despiertas mucho durante la noche? En el blog de hoy hablamos sobre la higiene del sueño, esas rutinas que limpian los malos hábitos previos o durante la hora de dormir. Es importante que nuestro sueño sea reparador, para reorganizar toda la información mental del día y para regenerar funciones a nivel físico y psicológico.
Siguiendo estos pequeños trucos (y sobretodo adaptándolos a tu vida) conseguirás dormir más y con mayor calidad:
- Evita la siesta (o que solo sea de unos 15-30 min).
- Haz ejercicio moderado todos los días y no antes de ir a dormir.
- No tomes café por la tarde, ni tomes alcohol horas antes de ir a dormir.
- Mantén una rutina de sueño a por ser incluidos los fines de semana: levántate y acuéstate a las mismas horas dentro de las circunstancias.
- Si no consigues dormir en la cama, SAL DE AHÍ! Haz algo por la casa y ya volverás a acostarte más tarde. Es aconsejable que la mente relacione la cama con descanso y no con el insomnio.
- Evita comilonas por la noche, una digestión pesada no ayuda a dormir.
- Libera tu mente: haz ejercicios de relajación, mindfulness o alguna actividad que te produzca relax.
- Crea tu propia rutina de noche: relaciona olores, horas, rituales… para ir incitando el sueño a tu mente.
- Tu habitación debe ser un lugar adecuado y tranquilo donde dormir.
- Haz una lista (mental o escrita) de todos los problemas o tareas que te ocuparás mañana. Después, déjalo ir y agradece algo que te haya pasado hoy.