¿Qué tienen en común el estrés y la ansiedad?
Ambos son procesos que activan a nivel corporal, mental y emocional. La sensación de nerviosismo, agitación, inquietud y preocupación aparecen en ambos.
Algo que también comparten son las señales físicas, de ahí que puedan llevar a confusión. Existe una gran variedad, aquí te dejo las más habituales.
- Generales: Dolor de cabeza, fatiga, mareos, tensión muscular y contracturas. Temblores, fiebre, visión doble, sensación de cambios de temperatura bruscos
- Digestivas: diarrea o estreñimiento, dolor abdominal o dificultad al tragar, pérdida del apetito o aumento del apetito
- Cardiacas: Taquicardias, palpitaciones, presión en el pecho
- Dermatológicas: sudoración, erupciones, pérdida de pelo, picores, psoriasis
- Sexuales: Inapetencia sexual, impotencia, dolor al orinar
¿En qué se diferencian el estrés y la ansiedad?
Duración: el estrés dura menos tiempo que la ansiedad, por lo tanto el primero te permite llegar a hacer vida normal mientras que la ansiedad puede impedírtelo ya que afectará a muchos aspectos de tu vida si se alarga en el tiempo (hábitos de sueño, alimentación, relaciones…)
Causa: mientras que el estrés responde a un aumento o sobrecarga de trabajo la ansiedad no tiene una causa clara. Podríamos decir que el estrés entonces responde de una forma más racional que la ansiedad. ¡Pero atención! No por ello las sensaciones no son reales, seguimos hablando de causalidad.
Visión: el estrés se centra en el presente, en la carga actual, la ansiedad en cambio responde a un miedo enfocado al futuro, a lo malo que puede pasar.
Implicación emocional: aunque ambos procesos remueven emociones, la ansiedad responde de una forma más acusada y fuerte.
Emociones: a nivel general, el estrés se relaciona con la inseguridad y la sensación de bloqueo o incapacidad para realizar las tareas adecuadamente. Por otro lado, la ansiedad se vive con una sensación de miedo, estado de alerta y de peligro.
Estímulo presente/ausente: Si el factor estresante desaparece, también desaparece el estrés. En cambio, puede que sientas ansiedad si una vez desaparecido el estímulo estresante sigues con los síntomas.
¿Cómo reducir los síntomas físicos del estrés y la ansiedad?
La ansiedad y el estrés afectan a tres grupos de síntomas: Cognitivos (pensamientos y emociones), Conductuales (acciones) y físicos – fisiológicos. Hoy hablaremos de cómo reducir estos últimos sin acudir a la farmacología.
Es muy importante que los siguientes síntomas no respondan a otras causas médicas. Si tienes dudas, primero consulta con tu médico.
- Haz ejercicio: tu cuerpo generara endorfinas provocando un aumento de sensación de vitalidad y alegría. También estará cansado, pidiendo así relajación y descanso, por lo tanto, regeneración de células y más energía para el día siguiente.
- Descarta el café de tu dieta: no necesitas más activación, puedes substituirlo con infusiones relajantes o bebidas sin cafeína/teína.
- Escribe: refleja en líneas que te ocurre y cómo te sientes. Sin pensar ni estructurar demasiado, esto te permitirá observar que necesitas, como si de una lista de la compra se tratase.
- Reúnete con los tuyos: sea online o en persona, conectar con gente que quieres te ayudará a no quedarte atrapado en tus pensamientos.
- Ve a tu lugar seguro: un lugar imaginario o real donde sabes que nada malo va a pasar. Tu casa de la infancia, la playa o montaña o algún rincón especial de tu ciudad. Si no puedes hacerlo vivencialmente, ayúdate de la imaginación o meditación.
- Aprende a decir no: a las personas, a trabajos y a factores que te provoquen estrés. La comunicación asertiva puede ser tu mejor aliada.
- Medita: centrarse en la respiración y en el presente sin juicios relaja la musculatura.
- Aromaterapia: elije aceites, velas o perfumes que relaciones con situaciones tranquilas.
- Ve y escucha: músicas, películas y series que te hagan reír. Reírse tiene un efecto sedante en el cuerpo y en la mente.
- Organiza tu tiempo: haz lista de tareas por orden de prioridad y evita procrastinar.
No es imprescindible realizar toda la lista, pero sí es recomendable encontrar cuál de ellas te sienta bien a ti. Si no las pruebas, no sabrás que te sienta mejor, te animo a que lo intentes, si tienes cualquier duda y quieres saber más sobre el manejo del estrés y la ansiedad, contacta conmigo.