Tips para regular tus emociones en momentos estresantes
En el anterior post vimos las diferencias entre estrés y ansiedad. Si después de leerlo has detectado que vives que con estrés, este post te interesa.
El estrés está causado por un aumento de trabajo, tareas y cuestiones que solventar y cerrar. Habitualmente nos sentimos agobiados cuando no “llegamos a todo” y aparecen emociones y sensaciones desagradables que nos impiden rendir con mayor facilidad.
Si te estas preguntando cómo se gestiona el estrés a nivel psicológico, lo siento, no se puede!
Lo que puedes gestionar son las emociones que éste te provoca.
Esta es la razón por las que hay personas que pueden sobrellevar cómodamente una gran cantidad de trabajo y responsabilidades y otras no.
La buena noticia es que sí puedes aprender a gestionar las emociones desagradables. Pero para eso primero tienes que saber detectar cuales son en tu caso. Al final, cada uno funcionamos distinto porque nuestras trampas mentales y emociones son distintas.
Tener un alto volumen de trabajo y trabajar a contrarreloj ya implica presión. Por naturaleza nosotros le añadimos presiones y suposiciones futuras que no ayudan a la productividad. No olvides que tu bienestar es más importante que cualquier trabajo, examen, tarea.
Cómo detectar emociones y gestionarlas frente al estrés
- Cuestiona tus pensamientos y mira hacia dentro: ¿que sientes en momentos de estrés? Frustración, miedo, tristeza, nerviosismo, agotamiento mental, sensación de inutilidad, miedo a fallar, desconfianza… Eso es lo que hay que escuchar y atender para que el volumen de trabajo se gestione mejor.
- Busca momentos de tranquilidad: el ruido mental no te deja ver con claridad. Ve a tu zona de confort, a un lugar seguro donde sabes que nada malo va a pasar. Te ayudará a tomar decisiones y a priorizar tus tareas y objetivos.
- Pon orden en tu mente: igual que damos por supuesto que en un espacio ordenado se trabaja mejor, en nuestra mente para lo mismo. Prueba por ejemplo por dejar de hacer listas mentales constantemente, vuélcalas en papel/digital por orden de prioridad y consúltalo cuando sea necesario.
- Si tienes miedo a equivocarte o hacerlo mal: el problema de nuevo no es el estrés, es la gestión del error y tus juicios en relación al fallo. Fallar no es de inútiles, no te hace incapaz de hacer cosas incluso más difíciles. Aléjate de tus trampas mentales y de cargas.
- Si no quieres delegar o desprenderte de tareas: es posible que existe una autoexigencia hacia los demás y un miedo a defraudarlos. También es posible que no tengas claros tus límites o no sepas comunicarlos y marcarlos tanto contigo como a los demás.
- Si ves que el problema es logístico y no llegas a todo: escúchate y averigua si hay falta de organización y/o demasiada exigencia. La procrastinación y la falta de herramientas de organización pueden ser tus peores enemigos. Por otro lado, qué es lo peor que puede pasar si no puedes con todo a la vez? Spoiler: nada! El estrés ya implica presión temporal, no te hagas el flaco favor de presionarte más.
- Si ves que no quieres renunciar a nada por no fallar a nadie: puede que de nuevo el problema sea la exigencia frente a los demás pasando por encima de tu salud y bienestar. La lealtad, la implicación en una tarea o trabajo va mucho más allá del rendimiento. No priorizarte es fallar a tu persona.
¿Te vale la pena hacerlo todo a la perfección si luego tú no te sientes perfectamente?
¿Tu bienestar forma parte de tus tareas diarias, lo has apuntado en tu lista?
Una vez más, conecta con tu cuerpo, él es sabio y te está hablando. Si sientes que es algo difícil gestionar tus emociones actuales y quieres saber más, no dudes en contactarme y pedir información.